El DT campeón olímpico con el Seleccionado Argentino en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Rubén Magnano, saludó a los presentes en el estadio de Regatas y expresó su agradecimiento por el aplauso general de los más de 300 entrenadores en la Clínica de Reválida de la Escuela Nacional de Entrenadores de Básquetbol (ENEBA) Región Entre Ríos.
“Sería muy hipócrita negar la gratitud y el orgullo que significa un reconocimiento. Siempre digo cuando me toca charlar en el grupo que sea, que la gratitud es lo que nos queda. Por eso me siento extremadamente reconfortado y que eso me desafía para lo nuevo que es el hoy, ver si voy a estar a la altura de las circunstancias. Eso es mi gran desafío hoy”, indicó el cuatro veces campeón de la Liga Nacional con Atenas.
“Afortunadamente estoy de alguna forma pudiendo devolver una cantidad de cosas que he recibido, sin dejar de lado algo que para mí es vital en la estructura de nuestro básquetbol: La audiencia. Agradecerles por apostar a un elemento fundamental que es la preparación”, dijo Magnano.
Luego agregó que “alguna vez entré en un gimnasio de Puerto Rico y leí un gran cartel que decía ´Donde hay alguien que quiera aprender debe haber alguien que sepa enseñar´. La preparación, sin ningún tipo de dudas, es uno de los pilares que históricamente tuvo nuestra disciplina; más allá del nivel de la competencia que tuviese o del resultado final, como cuando se logró algo muy importante”.
“Eso es el resultado del espíritu, la calidad y el esfuerzo de nuestros entrenadores que desarrollan una fibra muy especial que los hace diferentes. He tenido la posibilidad de recorrer muchos países y el entrenador argentino es sumamente reconocido”, cerró el prestigioso conductor cordobés de 63 años.