Entre los cuatro mejores del país

El Seleccionado de Entre Ríos avanzó a semifinales del Campeonato Argentino de la categoría U19, tras batallar muy duro y vencer a Mendoza 96 a 81. De esta manera, se tomó revancha de lo que fue la derrota de ayer ante el mismo rival.

El conjunto dirigido por Mario Rodríguez jugó un gran partido y tuvo seis jugadores en doble dígito, destacándose en el plano individual Juan Cruz Boffeli con 18 puntos (5/7 de cancha) y 4 rebotes, Evaristo Bustos, que aportó 14 tantos y 6 rebotes, y Hans Feder Ponce, que brilló con 14 unidades.

Ya con conocimiento del nivel defensivo de su rival, la delegación entrerriana supo buscar otros caminos y encontró varios resquicios en Mendoza. Con un par de penetraciones sin respuesta, y triples sumamente precisos, el primer parcial señaló en el tablero un impactante 29 a 17 para Entre Ríos. Iniciado el segundo cuarto, la adrenalina y velocidad con la que se vivieron esos diez minutos de puro ida y vuelta provocaron que los minutos se fueran en un abrir y cerrar de ojos.

Herido en su orgullo tras el paupérrimo primer periodo, Mendoza buscó desesperadamente cortar el circuito de juego de su rival y levantó su marcador, aunque sin alcanzar a Entre Ríos. El resultado final del primer tiempo dictó un 50 a 41 que hasta el momento daba muestra de uno de los mejores partidos del Argentino de Selecciones U19 Masculino.

Luego de tanta intensidad vista durante los primeros 20 minutos, el nerviosismo siguió en aumento una vez que Mendoza empardara el partido con cinco minutos restantes en el tercer cuarto. Tras ir arriba durante mucho tiempo, el empate en 60 despertó un millón de dudas en Mario Rodríguez, quien caminó de lado a lado durante casi la totalidad del parcial. Lo único que pudo frenar la intensidad con la que se jugó hasta el momento fue el tablero.

Aquel protagonista silencioso se sobrecalentó por la temperatura que el partido exhalaba y se quemó a falta de tres minutos para que finalice el tercer capítulo. Tras poco más de media hora de espera, un proyector suplantó lo mejor que pudo al tablero y el juego continuó. Pasados los minutos que quedaban, el eterno tercer cuarto finalizó 75 a 67 favoreciendo a la delegación de Entre Ríos.

El último cuarto mostró más de lo mismo: mucha intensidad y respuesta inminente. La ley de Hamurabi aplicada en su máxima expresión con el ojo por ojo diente por diente podría haber sido el lema con el que ambos equipos salieron a disputar los diez minutos restantes. Para terminar, Entre Ríos consiguió despegarse y se tomó revancha de lo que fue el partido de ayer ante el mismo contrincante venciéndolo por 96 a 81.