La Selección Nacional U17+, compuesta por un mix de jugadores de entre 16 y 19 años, participó del importante evento Las Vegas Classic, en Estados Unidos. Se trata de un torneo masivo, con más de 100 equipos solo en la categoría U17+, y en el que participan muchas de las grandes promesas del básquetbol formativo de los Estados Unidos.
Del equipo nacional fue parte el alero entrerriano Juan Cruz Scacchi, del Atlético Echagüe Club. El paranaense venía de ser parte del Seleccionado U16 que disputó el Campeonato FIBA Américas en Formosa y por su interesante tarea en el Premundial se ganó un lugar para el certamen en tierra norteamericana.
Argentina, por su nivel, fue emparejado en la zona con los equipos de más categoría. En ese contexto, nuestra Selección estuvo en la Zona D, junto a Giving Back France, Oklahoma Impact y Prodigy Elite 17. En la fase de grupos, los dirigidos por Gastón Narbay cayeron 47-41 (con 20 puntos de Leandro Bolmaro) ante Giving Back France, vencieron 56-48 (con 20 puntos de Santiago Bruera) a Oklahoma Impact y perdieron 51-47 (con 9 puntos de Lucas Reyes) contra Prodigy Elite 17 (que ganó invicto el grupo).
Con esos resultados, el equipo argentino finalizó segundo en la Zona D, gracias a la buena diferencia de gol. Al terminar segundo, clasificó al playoffs de máximo nivel: Platino Elite (había otros playoffs denominados Platino, Oro Elite, Oro, Plata, Bronce, etcétera). En el nivel Platino Elite, los chicos argentinos cruzaron en primera ronda ante el campeón defensor: Seattle Rotary EYBL, un programa de la Liga Juvenil de Elite de la firma Nike.
En un partido muy parejo, como los fueron todos los jugados por nuestra selección en realidad, Argentina no pudo con el campeón defensor y perdió 58-52, pese a los 18 puntos del cordobés Leandro Bolmaro. Con esta derrota, se puso fin a la participación albiceleste en este certamen.
En resumen, fue una experiencia muy diferente. Un torneo distinto (desde su organización, logística, estilo de juego y reglas) a todo lo que antes habían vivido los chicos argentinos. Vale señalar que los partidos se jugaron con dos tiempos de 16 minutos cada uno, con un estilo de juego muy físico, sin reloj de 24 segundos (como se juega en los High School de Estados Unidos) y sin faltas acumuladas, entre otras diferencias reglamentarias.