El crecimiento del básquet femenino es evidente y prometedor de grandes resultados. Jóvenes jugadoras impulsadas y apoyadas por programas de desarrollo y por una infraestructura sólida que les brinda las herramientas necesarias para prosperar. Gracias a esto es posible observar nuevas estrellas en ascenso desafiando los límites y redefiniendo los estándares del juego, talentos emergentes que captaron la atención y el entusiasmo de los fanáticos en competencias de excelencia internacional.
En ese firmamento deportivo brilla con fuerza el nombre de Isabella Boullón, acaso la jugadora más valiosa del Sudamericano de Chile por su capacidad de anotar desde el poste bajo y su compromiso defensivo para limitar el avance rival. Esta clase de reconocimientos y logros ponderaron su participación en la prestigiosa Academia de la NBA en México junto a otras figuras nacionales, un evento influyente que reúne a algunos de los principales deportistas de la región.
Ya con la cuenta regresiva en marcha todas las miradas se centran en el grupo. Argentina intensificó las estrategias a implementar mediante el análisis minucioso y preciso de cada oponente de la zona. Estudiar esas fortalezas y debilidades les permite diseñar planes de juego efectivos, aprovechar las oportunidades y neutralizar las amenazas: “Nos tocaron rivales duro. Sabemos que Brasil es un buen equipo y se está preparando tanto como nosotras. Lo que nos puede beneficiar es que ya tenemos una idea de su manera de juego y de cuáles son sus jugadoras más predominantes. Si confiamos en nuestro juego y lo que proponen las entrenadoras vamos a encontrar resultados positivos”, agregó Isa.
La victoria en el Sudamericano tuvo un impacto significativo en términos de motivación y confianza para todo el grupo. Alcanzar ese hito reforzó las convicciones generales de superar nuevos desafíos: “Fue un logro muy lindo. Nos ayudó a darnos cuenta de que trabajando en equipo podemos llegar a cumplir cualquier objetivo que nos propongamos”.
Para Isa, al igual que Juana y el resto de sus compañeras, vestir la camiseta nacional es un honor y un privilegio que no toman a la ligera. Es un momento de orgullo y satisfacción por su país, por su gente pero también por todos aquellos que confiaron ellas. Es el resultado de años de esfuerzo, dedicación y sacrificio en busca de sus sueños deportivos. “Todo deportista anhela con defender la celeste y blanca. Para nosotras es un orgullo defender al país y estos colores en cada competencia que nos presentamos. Significa mucho para nuestras carreras y familias”, concluyó.
Durante la estadía cordillerana Isabella promedio 12.2 puntos, 5 rebotes y 1.4 asistencias en sus 5 presentaciones. Con los 22 puntos de la final registró la marca albiceleste más alta en el certamen. Además, sus números y rendimientos previos captaron la atención de Obras Sanitarias para que pueda sumarse a sus categorías formativas.
Fuente: Prensa CAB